El otro día os enseñaba como hacer nueces garrapiñadas, y os dije que las usaríamos para hacer una receta deliciosa. Bien, pues es la receta de la tarta mousse de mel y mató, que la decoraremos con esas nueces.
Cuando vivía en la Barceloneta, muchos domingos compraba una tarta de miel y mató en una pastelería del barrio, para comer con la familia, pero ahora hace muchos años que ya no voy porque me pilla un poco lejos de casa, y la verdad es que tenía antojo de esa tarta, así que decidí inventármela a mi manera. La verdad es que ha salido deliciosa, ya sea porque me encanta el mató, o la miel, o los garrapiñados...jajaja, ¡vaya que todo junto es una mezcla perfecta!.
La base de esta receta es como este cheesecake salado que hice hace tiempo, pero cambiando algunos ingredientes, podéis hacer vuestras variaciones, pero a mi así tal cual, me parece perfecta. Además, buena noticia, no tendremos que encender el horno para nada, que se que cuando llega el verano, parece que el horno sea mordor, jajaja, aunque a mi no me importa nada encenderlo, no me tengo que meter dentro ;).
El mató es un queso típico catalán, muchos dicen que es como el requesón, pero la verdad es que en lo único que se parecen es en que son quesos frescos, ya que la textura y el sabor, para mi son diferentes, casi que se le parece mas el ricotta.. si no encontráis mató, podéis usar cualquier queso fresco.