Hoy os traigo una receta muy especial, la receta de Panna Cotta, de vainilla y menta, y digo especial porque es la mejor Panna Cotta que he probado en mi vida, y porque la receta me la regaló mi amiga Maragda.
Esta Panna Cotta es de vainilla y menta fresca, quería probar con algún otro aroma, pero es que éste era tan perfecto, tan armonioso, que no he querido cambiar nada, quizá otro día pruebe con otra cosa, como por ejemplo, en vez de infusionar menta, probar con albahaca o porque no, cardamomo por ejemplo.
Si no conocéis la receta de Panna Cotta, es un postre Italiano, de la zona del Piamonte, es tan sencilla y rápida de hacer, que en serio, si no la probáis es para mataros (broma).
La Panna Cotta es literalmente nata cuajada, siempre aromatizada con algún sabor, puede parecer algo muy soso, pero bien hecho es una auténtica delicia, la textura tiene que ser entre un flan y una gelatina, pero siempre cremosa.
A mi parecer, esta receta tan sólo tiene un secreto: los ingredientes. Creo que hay que buscar la mejor nata que podáis encontrar, yo usé de la marca Elle&Vire, una marca francesa, pero lo más importante es que tenga como mínimo un 35% de materia grasa. La gelatina usé de la marca Vahiné, que tiene 210 grados bloom (el bloom es la fuerza de la gelatina, viene siempre indicado en el paquete), usé menta fresca de mi huerto urbano, y vaina de vainilla fresca de Tahití. Si tenéis buenos ingredientes y seguís esta receta al pie de la letra, tendréis la mejor Panna Cotta del mundo mundial, os lo prometo.
¿Vamos con la receta?