Al fin he sacado tiempo para hacer una entrada, últimamente no tengo demasiado tiempo entre el trabajo y los cursos online, así que perdonar si no publico tan a menudo... igualmente en instagram publico algo casi todos los días, así que me podéis ir siguiendo mas por ahí.

Hoy os traigo un postre en tarro, hace tiempo que quería hacer uno, en verdad desde que me compré el nuevo libro de Christophe Michalak ( si no sabéis quien es, es uno de los mejores pasteleros de Francia, de hecho ganó el premio al mejor pastelero del mundo en 2005), lo compré en Amazon, es precioso y las recetas son claras y sencillas. ¿El único problema? pues que sólo lo he encontrado en francés... y os preguntareis: ¿pero tu hablas francés?... pues no, pero bueno, con mis nociones y el traductor google... pues yo lo he conseguido entender.
Mirar es este:
Él en el libro hace unos postres en tarrito al que les llama Kosmiks, y me pareció algo muy curioso, además se puede tapar y es bastante sencillo de transportar. En el libro vienen varias recetas base, así que cogí un par de ellas y con eso y con el bizcocho básico de naranja que hice hace tiempo, hice mi propio postre en tarrito. La combinación de sabores me encanta, el amargo de la naranja y el dulce de la vainilla con el chocolate blanco creo que van a la perfección, así que espero que os guste.
Lo que da amargor de la naranja es la parte blanca de la piel (entre la piel y la pulpa), así que intentar que cuando la peléis, no os llevéis mucho trozo blanco, un poco está bien porque le da ese toque amargo, pero si os pasáis puede resultar demasiado.

En este postre se usa haba tonka, si no encontráis se puede omitir, el haba tonka es una semilla, el aroma recuerda un poco al de la vainilla, y basta con rallarla al momento de servir, como se hace con la nuez moscada. Eso si, hay que usar una pizca, se tiene que usar muy poco, ya que en grandes cantidades puede hacernos daño, al igual que la nuez moscada.