¡Feliz 2015!, ¿Qué, aun con resaca? espero que lo pasarais genial ayer celebrando el año nuevo, que comierais mucho, bebierais mucho cava y disfrutarais con los vuestros.
Este año pasado ha sido un año de grandes cosas, muchos proyectos y momentos, esperemos que este año que entra sea igual o mejor que el pasado, puesto que no me puedo quejar, tengo salud, gente a la que amar, un trabajo que me apasiona y grandes aficiones. Os deseo a todos vosotros lo mismo, que disfrutéis de cada momento, de lo que tenéis, que veáis siempre las cosas buenas de la vida y el vaso medio lleno. La felicidad no está en tener muchas cosas, si no en saber disfrutar de los pequeños placeres de la vida, a veces no cuestan dinero. Que no os fijéis en lo que tienen los demás y os centréis en lo que tenéis vosotros y en realizar vuestros sueños.

Hoy os traigo una deliciosa receta de Pudín a mi manera, digo a mi manera porque está inspirado en el Pudín de Navidad inglés, pero lo he cambiado bastante así que no se podría denominar christmas puddin, jijiji.
Es un pudín con ciruelas y nueces pecanas, con muchas especies, muy aromático y sabroso, acompañado de un delicioso toffee de nata que le da un toque brutal. Simplemente extraordinario, de verdad.
Es muy sencillo y rápido de hacer, si le quitas el tiempo de horneado, ya que es tan solo juntar los ingredientes y ya, queda extraordinario y lo bueno es que de un día para otro está aun mas rico si cabe, ya que se concentran los sabores. Se puede comer frío o caliente, aunque yo aconsejo calentarlo un poco, ni que sea en el microondas, y ponerle la salsa toffee al momento, recién hecha... ¡¡ufff!! menuda delicia...